Instrucciones para crear tu cielo alternativo

¿Alguna vez pensaste en la vida después de la muerte?

Habiendo crecido en una casa de creencias mixtas, que terminó siendo atea y que se repite, “si algún día tengo que creer en algo, será en el paganismo”, la respuesta es sí.

Más de una vez me pregunté qué hay después de la muerte, si es que realmente hay algo.

Un poco de esos pensamientos —y de la muerte de mi padre— nace Anarcocielo: un cuento cortito que, si querés leer, podés conseguirlo poniendo tu email acá abajo.

Anarcocielo plantea la existencia de cielos autogestionados. Esta fue la decisión más simple que encontraron los seres divinos para lidiar con tantas almas de diferentes creencias. Por eso, morís y en vez de llegar a alguna nube, donde te mira un tipo intimidante y te dice si podés pasar o no, frente a un portón dorado, tenés la posibilidad de crearlo a tu gusto y semejanza.

¡Así que vamos a hacer esto! Yo te doy la receta y vos creas tu propio cielo. ¿qué te parece?

¿Sí? ¡Genial! Arranquemos.

El ingrediente principal: qué te hace bien

No físicamente, claro. Total, tu cuerpo ya caducó. Pero qué le hace bien a tu ser no corpóreo. Esas cosas que te traen paz, que te hacen feliz, que te centran cuando estás en un momento caótico, a punto de tener un ataque de pánico/ansiedad.

Para mí, serían libros, cuadernos y una heladera que siempre tiene lo que quiera comer.

El tuyo puede ser una biblioteca donde puedas meterte y vivir en carne propia las historias que más te gusten, ¡o tal vez la recreación de tus musicales favoritos! (Si hacés esto, mandame una entrada. Quiero verte).

Cuentos cortos para que leas hasta en la fila del super.

    Respeto tu privacidad. Te podés desuscribir cuando quieras.

    Una pizca de diversión

    Música, en mi cielo, no puede faltar. Y nada de esa música angelical. Dame las Spice Girls, dame Papa Roach, dame The police.

    Sí, voy a estar en el cielo cantando “Cut my life into pieces…” y a los 5 minutos, “Colors of the world! Spice up your life! Every boy and every girl! Spice up your life!”, seguido del más tétrico “Every step you make, I’ll be watching you”. Así funciona la cosa y no me avergüenzo.

    Cuáles son las reglas con respecto al ingreso

    Lo bueno del Anarcocielo, es que podés poner las reglas que quieras. Esto quiere decir que si querés estar en soledad durante 10.000 años, sos libre de hacerlo. Si querés tener un cartel neón de tu bully de la escuela, que diga, PROHIBIDO ENTRAR y crear un sistema que lo traiga, solo para ver como su ser etéreo se electrocuta a los dos pasos de entrar a tu cielo, también podés.

    ¿Querés solo ver a tus mascotas? Yo también las extraño.

    ¿Hay unas pocas personas con las que compartirías? ¡No pasa nada!

    Yo sé que algunas pocas dejaría entrar cuando lo quisieran, aunque no estaría abierto todos los días. Los animalitos que me acompañaron durante mi vida también, pero para ellos, habría una entrada especial.

    La estética importa

    En Este no es tu cielo - Anarcocielo, cada uno puede hacer lo que quiera con su parcelita divina y a Osvaldo se le hace agua la boca cuando piensa que su cielo puede ser un bar lleno de sus bebidas favoritas.

    El mío se vería como una casa en ruinas, tomada por plantas en un mundo postapocalíptico, aunque es muy probable que tenga diferentes secciones con distintos estilos, para poder ir pasando según mi humor en el momento.

    ¿Y el tuyo? ¿Qué características tendría? Compartilo en un comentario y, si querés leer Este no es tu cielo - Anarcocielo, dejá tu correo abajo y te envío la colección de cuentos para que te entretengas un rato.

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